La Crónica de Guanajuato

Las muñecas de Anatoly Moskvin

Anatoly Moskvin, un respetado historiador ruso de 46 años, fue arrestado en 2011 en su casa en Nizhny Novgorod, Rusia, tras descubrir en su departamento 26 cuerpos momificados de niñas de entre 3 a 15 años.

Moskvin, quien era considerado un genio políglota, exhumaba cadáveres de cementerios cercanos, después «momificaba» los cuerpos usando una mezcla de sal y bicarbonato de sodio. Una vez secos, llevaba los cuerpos a su departamento, donde usaba distintos métodos para convertir los cadáveres en «muñecas», envolviéndolos y rellenándolos con telas, colocándoles pelucas y máscaras. Ya vestidos, los cuerpos eran colocados en algún espacio dentro de su hogar.

Los padres de Moskvin, quienes vivían en el mismo departamento, veían los cuerpos en la casa, pero pensaban que se trataba de muñecas.

Moskvin tomó un particular interés en Olga Chardymova, una pequeña de 10 años que había sido asesinada. Su nueva muñeca era de sus favoritas.
Solía tomar el té con ellas, jugar, leerles, incluso les llegaba a hacer fiestas.

El también lingüista, creía que podía comunicarse con niños fallecidos y que a su vez, podía resucitarlos con ayuda de la ciencia o con magia negra. Y a pesar de saber que estaba cometiendo un delito, su deseo por ayudar a los niños fallecidos era más fuerte que obedecer a la ley.
A la edad de 12 años, Moskvin asistió al funeral de Natasha Petrova, una compañera del colegio, quien había muerto a los 11 años. Según contó, un adulto le empujó la cara contra la frente de la niña y se vio obligado a besarla una y otra vez. Posteriormente, la madre de la difunta niña le colocó un anillo como símbolo de unión entre él y la pequeña. De ahí comenzó su obsesión por la muerte.

Tras una evaluación psiquiátrica, se determinó que Moskvin sufría un tipo de esquizofrenia paranoide.
El juez declaró que Moskvin no estaba apto para llevarlo a juicio y pidió que fuera internado en una clínica psiquiátrica para seguir un tratamiento.

Durante el juicio, él acusó a los padres de las pequeñas: «Ustedes abandonaron a sus niñas en el frío, yo las traje a casa y les di calor.»

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