Vivimos en una época en la que las aplicaciones celulares nos han dominado, ahora es muy difícil saber si una persona está mostrando su verdadero rostro, ya sabes, debido a todos los filtros y modificaciones que se hacen constantemente, pero la fotógrafa Sophie Harris-Taylor tuvo una grandiosa idea.
Sophie ha vivido con un acné severo desde que era adolescente, situación que afectó su autoestima, la hizo sentir avergonzada e insegura, pero con el paso de los años aprendió a vivir con ello. Después de ver cómo otras personas abusaban de los filtros, creó una serie de retratos llamados Epidermis, con la esperanza de el resto vea lo hermosas que son con sus imperfecciones.
Cientos de mujeres viven con afecciones como el acné, la rosácea y el eccema que, además de dañar su piel gravemente, también las hace sentirse inseguras y las lleva a cubrirse con capas de maquillaje y filtros. Sophie las invitó a lucir con orgullo su piel y a dar un testimonio de cómo han aprendido a vivir con ello.
Ser diagnosticada con una condición incurable de la piel a una edad temprana tuvo un enorme impacto en mí. Sentí que no tenía el control sobre mi apariencia, mi autoestima fue destruida y sentí miedo de mi futuro.
La fotógrafa no esperaba causar una discusión sobre la piel o la autoestima, solo quería que otras personas pudieran sentirse más cómodas con su piel.
La mayoría de mis proyectos personales provienen de mis propias experiencias de vida y siempre hay algún elemento de vulnerabilidad que tengo que expresar. Comencé a reflexionar sobre mi propio pasado y mis sentimientos hacia mi piel, había sufrido de acné severo, pero en aquel entonces, no había ídolos, modelos a seguir y personas a quien admirar que tuviera una piel perfecta, lo que significa que yo luché con mi propia imagen de mí misma.
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