Después de un fin de semana complicado en Australia con mucho calor y fuertes vientos que han perjudicado las labores de extinción, han mejorado las condiciones climáticas y los bomberos aprovechan el descenso de las temperaturas en el sureste para tratar de controlar los más de cien incendios que queman en la zona.
Además, aprovechando esta tregua, el Gobierno de Nueva Gales del Sur ha decidido suministrar, a través de los helicópteros, miles de kilogramos de verduras, sobre todo zanahorias y boniatos.
Durante las últimas horas, tres focos se han unido y han creado un monstruo de fuego de 6.000 metros cuadrados. Como las llamas están devastando el territorio, los animales de la zona afectada se están quedando sin recursos para alimentarse.
Esta semana, la cifra de animales que han muerto a causa de los incendios se ha elevado hasta unos mil millones. En las zonas más rurales, los ciudadanos también se han organizado para crear pequeñas estaciones con comida y agua para los animales. Ya son al menos 30 las víctimas mortales. Este domingo se han confirmado tres víctimas mortales a causa de los incendios.
Información de La Vanguardia